jueves, 6 de agosto de 2009

A cerca de un comentario que leí por ahí

Para la señorita mayorin1985:

La Iglesia la hacemos y la formamos todos, por lo cual, yo un simple chileno católico de clase menos que media me siento ofendido por la magnitud de tu ignorancia y estupideces que escribes, me averguenza que seas chilena, pero mas me averguenza que seas humana.

Espero que algún día logremos evolucionar, alcanzar a Dios, ya sea mediante el catolicismo, islamismo, judaísmo, o cualquier medio que sea válido para cada persona. Pero atacar sin ser parte de la solución, es solo ser parte del problema.

Cuando tengas algo que decir, acércate a tu párroco si te atreves y con pruebas y evidencias discute con él, acércate a la Iglesia, investiga, PIENSA, no seas un simple mono más que se deja llevar por las masas y la facilidad de pensamiento.

Ahora respecto de las conspiraciones de Salfate, las encuentro ingeniosas, tanto o mas que las de este señor español Alberto Canosa, censurado por la "Iglesia", en un mundo dónde decir las cosas está a un click de distancia.

Es más fácil hechar la culpa de nuestros problemas y errores a los demás, porque así nos evitamos la verguenza y la culpa. Pero seamos críticos, aceptemos que somos humanos, que cometemos errores, y que muchas veces estamos un poco locos. Es nuestra culpa, y me refiero a los seres humanos, que seamos lo que somos y que vivamos en un mundo como en el que vivimos.

Yo creo en mi fé, en mi religión y en mi Dios, pero, tampoco estoy ciego, se han cometido atrocidades en el pasado y en el presente, pero, ¿y qué religión no las ha cometido?, ¿qué nación no las ha cometido?, si incluso los seguidores de equipos deportivos las cometen en nombre del corazón y de la garra. No es excusa, pero está en las fibras mas íntimas del ser humano, el odio, el amor, el deseo, la ambición y la codicia, todo está ahí, somos nosotros quienes decidimos escuchar a unos mas que a otros

Veamos más allá de lo evidente, miremos en nuestro interior, que es allí donde están las respuestas, no en otros planetas, no en otros planos interdimensionales. En nuestro corazón. Si tu corazón te conduce a creer en Dios, Buda, Mahoma o en los Beatles, vívelo intensamente crece en tu fe, ayuda a hacer de este mundo un mundo mejor, muere sabiendo que lo que dejas es mucho mejor que lo que recibiste cuando llegaste a esta Tierra.

Live and let Live